EL CONVENTO DE SANTA ANA DE VILLASANA ACOGE LA EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA SUEÑOS DE PLATA. EL TIEMPO Y LOS RITOS. FOTOGRAFÍA Y ANTROPOLOGÍA EN CASTILLA Y LEÓN
  • 16 de Enero de 2020

La muestra, promovida por el Museo Etnográfico de Castilla y León en el marco del programa expositivo “Alacarta” de la Consejería de Cultura y Turismo, permanecerá abierta al público del 16 de enero al 16 de febrero en el espacio expositivo del antiguo conjunto monástico de Villasana

 

La exposición está compuesta por más de 40 fotografías que conforman un interesante recorrido antropológico por la geografía de la región desde finales del siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX, mostrando escenas que tienen que ver con el ámbito doméstico, las tareas del campo, la religiosidad popular, ritos de paso como bodas y entierros, antiguos oficios rurales y urbanos, el éxodo rural o fiestas y mercados, entre otros temas. Buena parte de estas imágenes son representativas de unas formas de vida preindustriales que hoy nos parecen muy remotas, incluso desconocidas si nos referimos a las generaciones más jóvenes, nacidas en la era digital.

 

Lo cotidiano cobra todo el protagonismo de una muestra en la que las fotografías son portadoras de historia e historias, de memoria y memorias que, de no haber surgido esta iniciativa de preservación y puesta en valor, hubieran quedado guardadas y olvidadas en cajones de edificios públicos o particulares, privándonos de su contemplación y de la posibilidad de recrear en nuestra imaginación los relatos vitales, personales y colectivos, que evocan.

 

Las fotografías están ordenadas en cuatro bloques temáticos, denominados “El tiempo en imágenes”, “Medida del tiempo”, “Ritos: repetir para no morir” y “El ciclo vital”, y todas ellas proceden de diversos museos y archivos provinciales, Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, Filmoteca de Castilla y León y colecciones privadas.

 

La muestra podrá visitarse en las antiguas dependencias conventuales de Sta. Ana de Villasana del 16 de enero al 16 de febrero, en el siguiente horario: de 17 a 19h, de martes a sábado, y de 12 a 14h, los domingos, excepto el domingo 9 de febrero, que permanecerá cerrada.

 

SUEÑOS DE PLATA

 

Esta parte del título de la exposición hace referencia al empleo de los haluros de plata como compuestos químicos sensibles a la luz, utilizados en las películas y papel fotográfico antes de que irrumpiera la fotografía digital. Precisamente, el Valle de Mena fue el productor de la histórica película y papel fotográfico VALCA, acrónimo de Valle del Cadagua, donde en 1940, en la localidad de Sopeñano de Mena, se instaló la Sociedad Española de Productos Fotográficos S.A. Valca,  que introdujo al municipio en la floreciente industria fotográfica que se estaba desarrollando por aquellos años en España. Al igual que otras legendarias marcas de material fotográfico, como Negra, Agfa-Gevaert o Kodac, Valca hizo de la valiosísima plata su material básico para obtener su producción de película, papel y material radiográfico, todo ello sensible a la luz.

 

Las personas que aparecen en las imágenes de la exposición quizá sólo fueran retratadas una sola vez en su vida, algo que, desde nuestra perspectiva actual, puede resultar desconcertante,  acostumbrados como estamos a la realización de infinidad de fotografías digitales en cuestión de segundos, fotografías que, la mayor parte de las veces, acabamos por desechar para que no ocupen tanto espacio en los dispositivos móviles.

 

Para aquellas gentes, ir al estudio del fotógrafo o posar al aire libre se convertía en un verdadero acontecimiento, razón por la que las fotos eran auténticos tesoros que conservarían toda su vida.

 

A finales del siglo XIX y durante el primer tercio del XX, las exposiciones a la luz para provocar la impresión de los haluros de plata requerían tiempo; el modelo debía permanecer varios minutos, a veces hasta 10, rígido y estático, para evitar que la foto, costosa en tiempo, dinero y trabajo, saliera movida. Los estudios fotográficos contaban con unos artilugios que inmovilizaban a la persona fotografiada, dándole el aspecto hierático que apreciamos en estos retratos.

 

Es, quizá, esta rigidez y solemnidad de las personas retratadas lo que más sorprende de unas espléndidas y valiosas fotografías que, para aquellas generaciones, tal vez, plasmaron sus “Sueños de Plata”.

 

 

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