Las escuelas Gomez-Mena de Sopeñano acogen, hasta el próximo 23 de abril, una exposición sobre la fábrica de productos y material fotográfico de la empresa Valca que cerró sus puertas hace 25 años
Las escuelas Gomez-Mena de Sopeñano acogen, hasta el próximo 23 de abril, una exposición sobre la fábrica de productos y material fotográfico de la empresa Valca que cerró sus puertas hace 25 años. El horario de apertura es de doce a dos por las mañanas y de cinco a ocho por las tardes, todos los días, salvo el domingo 23, que sólo abrirá de doce a dos.
La relación de Valca con el Valle de Mena nació un año después de haber finalizado la Guerra Civil. En el año 1940 cinco empresarios bilbaínos: Oriol, Basterra, Delclaux, Torrontegui y Usaola, fundan la Sociedad Española de Productos Fotográficos Valca. Las obras de las instalaciones fabriles las realizó la empresa bilbaína "Construcciones Esparza e Piña, S.A. " en el páramo de "La Manteca", de Sopeñano, y ocupó una superficie para la actividad fabril de 41.543 m².El primer Director General de la empresa, fue Eduardo Bustillo López, fallecido en 1987, quien figuró con el número uno en el Libro de Matrícula de Valca, y llegó a ser Consejero Delegado y Vicepresidente de la Sociedad.
El primer producto que se elaboró en la factoría de Sopeñano fue el de material fotográfico sensible negativo, con sus fabricaciones de placas pancromáticas con soporte de vidrio, único existente entonces en el país, con destino a profesionales y las artes gráficas. Inmediatamente después emprendió la fabricación de papel fotográfico y, más tarde, la elaboración de películas en sus distintos tipos de película cinematográfica positiva, película de aficionado en rollos y en paso universal, retrato, artes gráficas y rayos X para suministro a los hospitales del Insalud.
En 1957, en el barrio de San Alberto también de Sopeñano, la Sociedad Española de Productos Fotográficos Valca, S.A. desarrolló una labor social con la construcción de viviendas permanentes para sus trabajadores y edificó 18 viviendas de renta limitada. Cuatro años después se construyeron en el mismo barrio otras 9 viviendas y un cinematógrafo con 219 localidades en el solar, de unos 700 metros cuadrados, que la empresa había cedido a la Junta Parroquial de Sopeñano.
En 1984 esta empresa vivió un momento crítico cuando quedó inicialmente excluida del concurso de suministro de material radiográfico a los hospitales del Insalud, que provisionalmente se adjudico a Agfa (52%) y 3M (48%). Gracias a la intervención del Alcalde del Valle de Mena, Armando Robredo, y del Ministro de Obras Públicas, Julián Campo, de origen menés, el concurso se resolvió finalmente adjudicándose a Agfa, el 37,6%, a 3M, el 32,5%, y a Valca, el 29,9%. La adjudicación definitiva de este concurso permitió la continuidad de la empresa una década más y la conservación de los 430 puestos de trabajo de la plantilla, 264 de la fábrica de Sopeñano.
En el año 1992, el 21 de enero, la dirección de Valca, S.A. presenta suspensión de pagos con un pasivo de 3.800 millones de pesetas, la mayor parte correspondiente a créditos bancarios, al no disponer de liquidez para hacer frente a los pagos. La plantilla de la empresa en ese momento era de 288 trabajadores.
Para intentar mantener a flote la fábrica se elaboró un plan de viabilidad de la factoría de Sopeñano que no recibió la ayuda financiera, un aval solidario, que la empresa y trabajadores esperaban de la Junta de Castilla y León. La banca privada rechazó el aval subsidiario al considerar que no ofrecía garantías suficientes.
El 18 de febrero de 1993, más de un millar de personas se manifestaron por las calles de Villasana de Mena para solicitar a la Junta los créditos necesarios para relanzar la fábrica de Sopeñano, pero el gobierno regional no modificó su postura. El 30 de junio de 1993, la Junta de Accionistas de Valca decide la disolución de la compañía ante la imposibilidad de encontrar una entidad financiera que aceptara el aval subsidiario de 5,4 millones de euros (900 millones de pesetas) que concedió la Junta de Castilla y León para reanudar la actividad.
La relación de Valca con el Valle de Mena nació un año después de haber finalizado la Guerra Civil. En el año 1940 cinco empresarios bilbaínos: Oriol, Basterra, Delclaux, Torrontegui y Usaola, fundan la Sociedad Española de Productos Fotográficos Valca. Las obras de las instalaciones fabriles las realizó la empresa bilbaína "Construcciones Esparza e Piña, S.A. " en el páramo de "La Manteca", de Sopeñano, y ocupó una superficie para la actividad fabril de 41.543 m².El primer Director General de la empresa, fue Eduardo Bustillo López, fallecido en 1987, quien figuró con el número uno en el Libro de Matrícula de Valca, y llegó a ser Consejero Delegado y Vicepresidente de la Sociedad.
El primer producto que se elaboró en la factoría de Sopeñano fue el de material fotográfico sensible negativo, con sus fabricaciones de placas pancromáticas con soporte de vidrio, único existente entonces en el país, con destino a profesionales y las artes gráficas. Inmediatamente después emprendió la fabricación de papel fotográfico y, más tarde, la elaboración de películas en sus distintos tipos de película cinematográfica positiva, película de aficionado en rollos y en paso universal, retrato, artes gráficas y rayos X para suministro a los hospitales del Insalud.
En 1957, en el barrio de San Alberto también de Sopeñano, la Sociedad Española de Productos Fotográficos Valca, S.A. desarrolló una labor social con la construcción de viviendas permanentes para sus trabajadores y edificó 18 viviendas de renta limitada. Cuatro años después se construyeron en el mismo barrio otras 9 viviendas y un cinematógrafo con 219 localidades en el solar, de unos 700 metros cuadrados, que la empresa había cedido a la Junta Parroquial de Sopeñano.
En 1984 esta empresa vivió un momento crítico cuando quedó inicialmente excluida del concurso de suministro de material radiográfico a los hospitales del Insalud, que provisionalmente se adjudico a Agfa (52%) y 3M (48%). Gracias a la intervención del Alcalde del Valle de Mena, Armando Robredo, y del Ministro de Obras Públicas, Julián Campo, de origen menés, el concurso se resolvió finalmente adjudicándose a Agfa, el 37,6%, a 3M, el 32,5%, y a Valca, el 29,9%. La adjudicación definitiva de este concurso permitió la continuidad de la empresa una década más y la conservación de los 430 puestos de trabajo de la plantilla, 264 de la fábrica de Sopeñano.
En el año 1992, el 21 de enero, la dirección de Valca, S.A. presenta suspensión de pagos con un pasivo de 3.800 millones de pesetas, la mayor parte correspondiente a créditos bancarios, al no disponer de liquidez para hacer frente a los pagos. La plantilla de la empresa en ese momento era de 288 trabajadores.
Para intentar mantener a flote la fábrica se elaboró un plan de viabilidad de la factoría de Sopeñano que no recibió la ayuda financiera, un aval solidario, que la empresa y trabajadores esperaban de la Junta de Castilla y León. La banca privada rechazó el aval subsidiario al considerar que no ofrecía garantías suficientes.
El 18 de febrero de 1993, más de un millar de personas se manifestaron por las calles de Villasana de Mena para solicitar a la Junta los créditos necesarios para relanzar la fábrica de Sopeñano, pero el gobierno regional no modificó su postura. El 30 de junio de 1993, la Junta de Accionistas de Valca decide la disolución de la compañía ante la imposibilidad de encontrar una entidad financiera que aceptara el aval subsidiario de 5,4 millones de euros (900 millones de pesetas) que concedió la Junta de Castilla y León para reanudar la actividad.